Ayla es simplemente maravillosa. El nombre de Ayla significa luz de luna y/o halo en árabe. Para nosotros una conexión con las estrellas y el infinito del universo. Hemos pasado por muchas cosas juntos; enfrenté reveses y experimenté tantos momentos maravillosos.

En el caso de Ayla, el entrenamiento con perros empezó de forma inconsciente. Juntos comenzamos en una pequeña escuela de un pueblo en el área de South Beveland (Hollanda). Pudimos dar y recibir mucho allí. Ayla jugaba al escondite durante los descansos o hacía de portera en la portería. Ayla fue un consuelo para los niños que estaban tristes y trajo mucha alegría y amor al salón de clases.

Ayla me simboliza como una verdadera emprendedora y también es buena para establecer límites. Su fuerza y ​​entusiasmo por la vida me inspiran.
Ayla está alerta y al mismo tiempo irradia calma. Ayla me ayudó a tomar mis propias decisiones y fue mi luz en tiempos difíciles. Junto a Ayla volví a lo básico: disfrutar de las cosas sencillas y pequeñas, como un paseo por la playa.

Ayla estuvo presente cuando completé el entrenamiento de Coaching con Perros y tocó con amor a los primeros clientes del coach.

Ayla fue la primera, la más dulce, la más sensible y la más valiente. Lleva más de 15 años y medio con nosotros.